Yo creo que a todas nos ha pasado, a mí montón de veces y la verdad es que sufrimos mucho , nos ven cojear, nos ven hacer cara fea, pero pués, a veces no hay más opción que aguantarse y seguir caminando, ni modo que perdamos el glamour. Las ampollas son terribles ¿verdad?
Una de las cosas que menos nos gustan, es utilizar zapatos incómodos que nos hagan ver estrellas del dolor por los excesivos roces que terminan produciéndonos ampollas. Nos pasa a menudo .
Hoy te cuento varios truquitos que deberías poner en práctica para que los zapatos que te aprietan o quedán algo flojos no te causen un ¡horror! en los pies.
Mujer precavida vale por dos... así que toma nota.
CURITAS, BANDITAS
A ni una mujer le pueden faltar curitas en la cartera, en la billetera o en el bolsillo del pantalón por si nos llega ocurrir un S.O.S en la calle o en el lugar que estemos. Si tú sabes que los zapatos que vas a utilizar ese día te rozan en cierto lugar pero no es tan grave, lleva curitas, son tan pequeñas que caben en cualquier sitio y te van a facilitar el caminar.
EVITA QUE UN ZAPATO NUEVO TE INCOMODE
Almacénes, boutiques, revistas, muchos son los negocios que te ofertan calzados, en lo personal me gustan mucho los zapatos que sean de alguna marca que conozca y sepa que no me producen ampollas, sean suaves... en fin.
Támbién es verdad que las mujeres nos dejamos llevar por la novedad, por modas, por gustos y otros aspectos que a veces nos llevan a comprar el zapato equivocado (gato por liebre) y sólo porque nos encantó el diseño venimos a casa con algo que nos destroza el pie.
Un tip buenísimo para que tus nuevos zapatos se adapten a la forma de tu pie, es meterlos en el refri un par de horitas antes de usarlos. Lo que va a producir la humedad es que se vuelvan menos asperos y se amolden a tu forma natural.
ALIVIA ASPEREZAS
¿A que no sabías? que la vaselina no solo sirve para bálsamo labial, para pieles de bebés, para el cabello y múltiples usos más.
Un truco excelente para limar esas asperezas o mejor dicho, suavizar los puntos claves en donde te raspa el calzado es untar un poco de vaselina para que tus pies no sufran tanto daño. Ejm: La parte de átras del zapato siempre te causa ampollas, pués pásale mucha vaselina alli y frota con tus dedos hasta que desaparezca el grumo.
PLANTILLAS
Existen zapatos tan rígidos que nos causan ampollas en la planta del pie... eso es horrible me pasó una vez: estrenaba calzado, farrón hasta el otro día, baile por aquí y por allá, tremenda borrachera y ante todo el glamour de una mujer NO QUITARSE LOS ZAPATOS.. que buenos tiempos, que me dejarón casi una semana sin caminar porque no podía asentar el pie, son de esas ampollas que a nadie se las deseo..
Bueno para que a tí no te pase está situación, la solución es utilizar esas plantillas de gel que venden en la farmacia o en cualquier otro lado, te aseguro que si vas a estar parada por mucho tiempo no te va a doler la planta del pie; son prácticas y discretas porque ni siquiera se notan.
Las plantillas de gel ( las pequeñas que solo son para la parte de frente) son perfectas para que tu pie no resbále del zapato y se te salgan todos los dedos, puesto que esto pasa a menudo cuando tenemos el pie muy fino.
ADHESIVOS
Y para hacernos mucho fácil el caminar llegaron los adhesivos de gel silice, estos son mucho más cómodos que las curitas y cuestan un poco más.
SUAVIZANTE DE ROPA
El truco de empapar cualquier trapo o toalla con suavizante de ropa para restregar el zapato, lo aprendí en el #kotexfashiónblogger (de eso hablaré después) no le vallas a colocar directamente el suavizante al calzado porque podría alterarse (dañarse). Deberás dejar un día completo tus zapatos de esta manera para que tomen suavidad y se vuelvan más flexibles.
Pienso que todo el día es como mucho tiempo para esto, recordemos que el suavizante de ropa contiene compuestos químicos que de por sí podrían perjudicar nuestros zapatos y si los suaviza demasiado, creo que el zapato se puede expander y ya nos va a quedar tan bién. No digo que no funcioné, pero debemos tomar en cuenta el tipo de material del zapato y dependiendo de éste calcular un corto tiempo para dejar la toalla humedecida de suavizante dentro de ellos.
CERA
Uno de los trucos más viejos y éste lo sé desde pequeña, porque siempre ví a una Tía hacerlo cuando me quejaba de que las zapatillas me hacian ampollas o me fastidiaban. Ella pasaba una vela por la tira o lugar que rozaba; lo hacía una y otra vez para que el material se quedará en el lugar y sirva de barrera protectora para evitar ampollas. Este procedimiento se hace cada vez que vallas a usar los zapatos, cuando te des cuenta que te dejan de raspar .. Listo, no lo hagas más.
Otro tip para que tus zapatos no te sean incómodos es que lleves un buen pedicure siempre, para que no duelan los dedos.
Si vas a utilizar zapatos cerrados: corta las uñas... Jamás las lleves largas porque son una tortura.
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Feliz inicio de semana..